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lunes, 14 de diciembre de 2009

Alpha - Reflexiones de un experimento

Diario día xx del mes xxxx año 1126

- Así que esto es la verdad... es demasiado dura, demasiado fría. ¿Es esto lo que he estado investigando durante tantos años? ¿Es esto por lo que he estado trabajando más de la mitad de mi vida? ¡¿Para esto me habéis estado preparando?! ¡¡¡RESPÓNDEME!!!

La esfera aguarda en silencio. La figura no responde. Se limite a mirar a la atractiva mujer de manera inexpresiva. Como era costumbre en él.

- Me has engañado, Alpha, me has engañado... ¿qué crees que haré ahora? ¿Crees que seguiré ofreciéndote mis servicios? - coge la esfera y la arroja contra uno de sus espejos, ricamente decorados- Malditos seáis... ¡¿Qué queréis que haga ahora?!

La figura permanece impasible.

- Eres la causa de todo esto. Eres quien nos trajo, nuestro ancestro... ¡¿No es así?! ¿Acaso es otra mentira? - comienza a reír de un modo histérico - Claro... sí, ahora lo entiendo todo... era tan evidente que no me había dado cuenta hasta ahora...

Deja la esfera en el suelo y se dirige a una de sus estanterías, llenas de libros sobre magia, sobre ciencia, sobre biodesarrollo... Formula una de sus palabras de mando y la estantería se sumerge en el suelo. Un enorme pasillo se extiende ante ella. Camina sin miedo por ese familiar pasillo, situado en ninguna parte, una extensión de la tecnología de la Organización, de su magia. Todo lo que ella conoce es gracias a la mano invisible que somete a todos los mundos. El inicio que trajeron y el final que provocarán. Todo y nada. Eso es lo que ellos simbolizan. Alpha y Omega, su casa, su familia, su amor. Todo por y para la Organización. Tantos años perdidos por nada. Descubrir parte de la Verdad es duro, incluso para ella, quien ya ha sido modificada. Quien ya no es humana. No es Talosdian, ni Talosdeth, ni Eruk, ni Feras ... era algo más. Ella había ya ascendido de su raza, pertenecía al nuevo orden en la evolución. La nueva especie. El orden encarnado. El final de todo. El inicio de una nueva era. Ya había sido nombrada. Todo anunciaba que su futuro sería perfecto. Su nueva vida se alzaba ante ella. Nada presagiaba esto.

Llega al final del corredor y observa su laboratorio. Hay varios humanos encadenados. Tres Talosdian sellados. Pero eso no le importa. Se acerca a su mayor adquisición, un Losgean, tan bello como todos los miembros de su escasa raza. Ella se acerca a él y acaricia su hermoso rostro, la criatura no responde, está demasiado drogado para ello. Besa sus labios con pasión y él reacciona.

Su reacción es la común: profundo asco por sus labios. Odia a la humana, odia su voz, su apariencia, su olor... Por su culpa él está encadenado. Observa cómo ella activa de nuevo ese aparato. Pero hay algo distinto. Algo que no es igual. Ve a los humanos gritar. El mundo se apaga para él, de nuevo

Día yy del mes yyyy año 1126

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Glosario de términos usados en este relato:

Talosdian: Casta élfica de la Magia
Talosdeth: Casta élfica del Viejo Mundo
Eruk: Raza humanoide conocida por su potencia física
Feras: Raza humanoide conocida por su capacidades naturales.
Losgean: Descendientes de los dioses.

martes, 20 de octubre de 2009

Cuentos del Mundo Antiguo. - Reunión.

Aldea de Recentalos, dos meses antes

- Mi señor, ha llegado el gobernador - anunció revercenciosamente el guerrero de plata.

El dirigente despidió a su soldado con un gesto y se levantó de su asiento de oro y obsidiana para dirigirse hacia sus aposentos. No le gustaba tener que tratar con un ocupador como ese pero si quería mantener el orden en la ciudad tendría que seguir con esta falsa, de nada serviría rebelarse si no tenía pueblo que gobernar.

Se vestió con sus mejores ropajes, una túnica negra con finas líneas doradas que, más que ser un mero atuendo, amplificaría sus ya de por sí, asombrosos poderes. Usó uno de sus orbes para llamar a sus herramientas y comenzó a peinar su largo cabello azulado y aultimar los últimos detalles de su apariencia, tratar con un gobernador no era algo agradable, pero eso no impedía que, al menos, estuviese presentable.

Él era consciente de su belleza, todos lo eran. Sabía que era el más apuesto entre los suyos y, de no ser por su visión del mundo, viviría en alguna fortaleza, junto con otros Talosdian. Por ahora se resignaba a dirigir Recentalos, una ciudad muy fructífera y, lo que era más impresionante, aliada con la mayoría de las ciudades cercanas y cabecilla de la Religión del Gran Azul.

Tantheis ya le había comunicado que no podrían resistir durante demasiado tiempo sin una cantidad aceptable de utensilios ya que el Gran Azul era un dios caprichoso y requería mucha devoción si no querían acabar siendo unas ruinas de la civilización.

Todo sería más fácil si no tuviese que pagar tributos a esos bastardos, elegidos de ese dios. De enterarse sus súbditos de que esos humanos no eran dioses, se alzarían en rebelión y habría demasiados problemas...

Mientras cavilaba salió de su masión natural y se dirigió a la plaza central, allí podría recibir al gobernador y esperaba que sus nuevos juguetes fuesen de su agrado, tratar con esos bastardos no era para nada satisfactorio, pero mientras se quedasen en la mansión divitiéndose como inferiores que son, no tendría que hablar con él más de lo previsto.

- ¡Gobernador! ¡Qué agradable visita! - Dijo con su mejor sonrisa - Es un placer recibiros en nuestra ciudad. Los objetos que nos encargó ya están listos, mas debo insistir en que si nos hubiese dado más plazo tendría más e, incluso, puede que mejores y más poderosos artefactos.

Odiaba hablar humano, pero tenía suficiente práctica como para hablar sin acento.

- Olvidad vuestra adulaciones, elfo, no tengo tiempo que perder en este estercolero. El Gran Azul requiere esos artefactos y yo debo llevárselos. ¿Están listos mis aposentos?

Tragándose su orgullo, el elfo sonrió.

- Por supuesto, gran señor, los esclavos os llevarán hasta allí, espero que la nueva mercancñia sea de vuestro agrado, ¿cuánto tiempo os alojaréis?

- Partiré esta misma noche, ahora vete o te demostraré lo que este rifle puede hacerte.

El humano se dirigió hacia su alojamiento, pero se detuvo a medio camino.

- Dentro de dos semanas llegarán varios humanos extraños. Tratadlos como veáis oportuno y, tened cuidado, pues este lugar se volverá un infierno

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Cuentos del bosque - El Poder.

Acércate joven. Sí tú, el que cree que lo conoce todo, el que afirma que no teme a nadie. Ven y te contaré una historia, una historia que habla de grandes héroes. Héroes y villanos. Guerreros antiguos que osaron desafiar a seres superiores. No creo que esa cara sea la adecuada... ¡Oh, ya veo! ¡No me crees! Maldito jovenzuelo, ven aquí que te enseñe cómo es el mundo.

Bien, ahora que te has sentado puedo empezar con mi relato.

Érase una vez, en un lugar muy cercano un muchacho. Un joven muy atractivo, debo añadir. Atractivo y poder, una combinación peligrosa para cualquiera, si no posee un corazón puro. Él lo poseía, por supuesto que lo hacía. Creo que en su aldea siempre lo recordarán como el mayor líder que han tenido nunca. Su poder en el combate era digno de alabanzas. Su liderazgo capaz de llevar a los hombres al mismo infierno si es con él. Y su atractivo dejaba de piedra a la más seca damisela. Pero eso no es lo importante. Él era el líder, el sol que iluminaba su aldea. Gracias a él habían avanzado mucho. Es más... pero te lo diré en voz baja, había conseguido que ese adorador del Agua hubiese pasado a un segundo plano.

Por supuesto que era religioso, todos lo eran, había pruebas suficientes para ello, pero no es lo importante de este relato... ¿o sí? No pongas esa cara, ahora viene lo interesante.

Un día, un fatídico día, su aldea fue atacada de nuevo. Avanzó en primera fila, junto con su guardia personal, un grupo de élite, debo añadir. Ellos, siete héroes, combatieron con valor, sin dejar de lado a su hogar. Triunfaron, por supuesto, ¡eran héroes! Pero en esta historia también existen villanos.

Él era un tipo apuesto y poderoso. Su bondad no era lo que inspiraba a sus soldados, sino que despreciaba tal actitud. Su fuerza era lo único necesario. Su decisión había sido firme: iba a destruir la aldea de Fuwa y no habría supervivientes que lo molestasen.

Sus primeras tropas habían caído presa de esos que decían ser héroes, pero no pasaría lo mismo con sus compañeros. Ellos habían viajado por todo el continente, destruyendo las aldeas pertinentes, no era necesario que ésta fuese una excepción.

Avanzó altivo desde el bosque, no le preocupaba lo que esos humanos pudieran hacerle, alzando su espada, miró a nuestro héroe. Fue una mirada llena de respeto, pues era un digno rival...

[El archivo está corrupto, no puede recuperarse]

¡Había vencido! El pueblo estaba eufórico, había derrotado a ese enemigo tan atroz, el general de las criaturas que llevaban años atacando la aldea. Pero no lo mató, no pudo hacerlo, ese maldito cobarde había desaparecido antes de que le asestasen el golpe final. La batalla fue terrible. Nuestro héroe no podía pensar con claridad, debía atrapar a quien había asesinado a sus amigos usando ese terrible poder. Debía perseguirlo.

El elfo se aventuró por el bosque, estaba herido de muerte, pero sabía que su fracaso le acarrearía un castigo peor que la muerte. Aunando las pocas fuerzas que le quedaban, se transportó hacia unas ruinas, unas ruinas que él mismo creó, allí podría recuperarse...

¿Y nuestro héroe? Embriagado por la furia se internó en el bosque, no lo pensó demasiado, debía atraparlo y vengarse. Nadie sabe qué sucedió con él pero esa fue la última vez que se le vio.

¡No bosteces! Es de mala educación. Ains, ¿qué voy a hacer contigo? La historia está apunto de acabar, no te impacientes. Ahora terminaré...

Pasaron los años, no menos de cien, sí has oído bien. La aldea había vuelto a su anterior gobierno teocrático y el sacerdote, más bien su descendiente, había tomado el poder en la aldea. El dios Agua había protegido la aldea, pero la población había perdido la vida que tenían un siglo atrás. Desde la desaparición de su héroe una gran estatua lo inmortalizó, en el centro de la plaza y otra en la entrada. Junto a estas dos estatuas se encontraban otras más pequeñas en la plaza y unas piedras fuera, que recordaban a sus heroícos compañeros, algo que mantenía viva la memoria de nuestro héroe en su hogar.

Una noche llegó un viajero, surgió del bosque y se dirigió con paso firme a la aldea. Las lágrimas cubrían su rostro y no podía caminar bien. Estaba demasiado emocionado. Había vuelto... por fil había vuelto. Se acercó a la estatua que se encontraba al inicio de la aldea y lloró desconsoladamente al ver el monumento en memoria de sus amigos. No había podido vengarles, pero ahora poseía el conocimiento para salvar a la aldea. Estos cinco años habían sido suficientes para ello.

Caminó hacia la puerta y pronunció el hechizo que le permitiría entrar de nuevo en su casa.

Su regreso fue celebrado por todo el pueblo como una señal de que su dios los había bendecido. nuestro héroe no había cambiado, salvo por su pelo, que era totalmente blanco, como si fuese un anciano. Condujo a la aldea a su época de mayor prosperidad gracias a sus conocimientos adquiridos. Dio planos para mejorar las construcciones, pergaminos para la magia y desarrolló distintas disciplinas. Todo estuvo archivado en los documentos sagrados mucho tiempo después de su muerte, unas horas después de su llegada.

Dicen que el lago donde descansó su cadáver se pudo reunir con sus antiguos compañeros, pero, ¿qué sabré yo? ¡Solo soy un viejo loco! Ja, ja, ja..

[ Fin del archivo ]

+ + + + Añadido + + + +

Realmente ese anciano conocía este mundo. Me sorprendió que conociese unos datos que habían sido descubiertos solo dos días antes de esa reunión. Lamentablemente se marchó poco después y no pude localizarlo de nuevo. Seguiré investigando, mi señor, pero no sé si lograré encontrarlo.

Atte.: Asroth.

martes, 15 de septiembre de 2009

Algunos amigos I

-¿Estáis seguro de que queréis que yo haga ese trabajo?

- Completamente

Me lo temía

- Pero... ¿no hay nadie más? Podrías decírselo a Ryu, estaría encantado de ayudarles, incluso algún miembro de los Guardianes, cualquiera. ¿Y la capitana? Ella es mejor combatiente que yo, voy a buscarla...

Su mirada me indicaba que estaba entre la espada y la pared. No podía negarme, no de nuevo.

- ¡Ah! Pero la entrada está sellada, ahora sí que no puedo ir - Me levanté en un inútil intento de marcharme cuando su imponente voz me detuvo.

- Hemos hablado muchas veces de eso. Bajarás por la entrada que hay bajo el templo, como la última vez, al fin y al cabo, fue tu hermano quien la creó.

Suspiré abatido. Es cierto que mi hermano creó el túnel, pero también es cierto que desapareció ahí dentro y no pienso correr la misma suerte, casi prefiero ir al cielo... Casi. Así que tendré que bajar.

Cogí mis cosas y me aventuré ahí dentro, según las predicciones del sacerdote, encontraría el grupo en menos de un día, pues mi túnel se extendía durante varias horas. Al llegar a la trampilla tuve un mal presentimiento, aunque no le di mucha importancia, era invisible de todas formas.

La abrí y una ráfaga de aire, bastante cargado, fue mi recibimiento. Parecía que ese lugar no había sido abierto desde su creación. Me deslicé dentro del oscuro corredor y comencé a bajar, con cuidado de no rasgarme mis vestiduras. El interior de este camino oculto era no muy grande, un túnel de unos 3 metros, pero lleno de piedras, arena y suciedad. Algunas herramientas estaban dispersas por el suelo y, aunque no podría asegurarlo, juraría que los espíritus de aire aún aferraban sus preciados utensilios. Intenté coger uno, sin éxito claro, pesaba demasiado para mí.

Seguí avanzando durante unas dos horas hasta ver algo que heló mi cuerpo. En el suelo había alguien tumbado...

No sabría describir mis emociones, era demasiado chocante para mí. Solo recuerdo que me acerqué lentamente, incluso me volví visible, no podía controlar mi cuerpo. Aún ahora mientras avanzo con mi prometida y su compañero recuerdo esa escena. ¡¿Cómo iba a olvidarlo?! El cadáver de alguien estaba tendido ante mí, sin descomponerse, como si hubiese muerto hace unos segundos ¡Eso era imposible! Me acerqué un poco más, necesitaba comprobar quien era. Las ideas volaban por mi mente ¿y si era uno de ellos? ¿Cómo podían haber llegado tan lejos? Borré tales pensamientos de mi mente y observé el cadáver. Su cara me resultada familiar... ¡No, es imposible! Pensé desconsolado. Era uno de los ayudantes de mi hermano... pero... no, no es posible. Hace cinco años que se aventuraron para no volver. ¿Ha pasado 5 años muerto aquí? No me lo puedo creer, es demasiado raro... Siento energía mágica en el ambiente, sea lo que sea lo que le ha matado lo conserva en perfecto estado. Deberé volver de nuevo con alguna hechicera, puede que ellas puedan ayudarme.

Cuando me recuperé del shock inicial me volví invisible de nuevo y llegué al final del corredor. Se había vuelto más pequeño, apenas un metro y medio de alto y poco más dos de ancho, tuve que ir agachado todo el tiempo y, aún así, no podría haberme librado de algunas rozaduras. Me encontré por fin por la trampilla que mi hermano habría construido, aunque solo son suposiciones, pronuncié la palabra que me había enseñado cuando éramos pequeños.

- Miles

La trampilla se abrió, tal y como esperaba y llegué a una gran cámara. Era bastante extraña, nunca había visto algo igual. En el centro había un gran altar y, detrás de esté, se situaban dos puertas, parecían pesadas. Recorrí la cámara observándolo todo, un pasillo parecía venir hasta aquí, dirección a la ciudad (o eso me parecía). Mientras observaba la habitación mis ojos se posaron en el altar. Sobre un pequeño soporte se encontraba un extraño cetro, brillante, rodeado de un aura mágica. Estaba hipnotizado por él, incluso me hizo olvidar lo sucedido hace poco...

Me acerqué al altar y, sin pensarlo mucho, sostuve el cetro entre mis manos. La luz que lo rodeaba se apagó y escuché cómo se activaba un mecanismo..

- ¡Oh, demonios...!

miércoles, 2 de septiembre de 2009

¿Pensamiento?

Realmente el mundo ha acabado
Si buscas alguna salvación, te has equivocado de vida
No sueñes con un futuro que no existe, pues tan solo recibirás desesperación
¿Cómo hemos llegado a estar en esta pesadilla?
¿Cuándo podremos despertar?
¿Quién nos durmió?
Realmente el mundo ha acabado, no es una pesadilla.

Crónicas de $·%·"& Volumen 1


domingo, 23 de agosto de 2009

Escritos de Asroth - La ficción.

¿Por qué padre? ¿Por qué no puedo unirme al equipo Delta? ¡Ellos son los que salvarán el mundo? ¡¿Por qué no quieres entenderlo?!

Él simplemente salió de la habitación, cerrándola con llave, como había estado haciendo las últimas semanas. Supongo que piensa que es un castigo adecuado para un joven que quiere salvar el mundo. ¿Qué haré en esta prisión?

Tengo mi ordenador sin línea y solo la compañía de 591, menos mal que al menos ella está conmigo. Jeje, mi padre no sabe el pequeño juguete que tiene instalado.

Me acerco a ella.

- Miles.

Con la palabra de mando se despierta y me mira, realmente parece humana, no sé porqué no las comercializan. "Solo para elegidos" Me dijeron aquel día. Simplemente me encogí de hombros y acepté, el mundo me necesitaba y si mi padre se negaba a aceptarlo, tendré que ignorarlo. Por ahora continuaré mi proyecto, Delta estará orgullosa de mí.

Te preguntarás qué es Delta o por qué va a salvar el mundo, no me extraña, hasta hace unos años nadie hubiese imaginado su existencia. Cuando se abrieron los portales del Ojo el mundo dio un giro de 360º, sobre todo para esos practicantes del mito, entre los que me encontraba hasta hace muy poco, la verdad es que ver a un elfo como los que aparecían en esos manuscritos es una experiencia tan solo comparable al orgasmo para la mayoría de ellos. No fue lo mismo cuando aparecieron las otras criaturas.

Las religiones tuvieron que arrodillarse y, en muchos casos, retractarse. Ángeles surcaron los cielos, espíritus de la naturaleza resurgieron y, en algunas islas, estatuas de piedra cobraron vida ¡La fantasía llenó nuestro mundo!

Y con esa fantasía, llegó la magia, claro. Aún recuerdo el primer caso de magia en nuestro mundo, ¿cómo podría olvidarlo? Consigo salir con una belleza y resulta que es la primera maga conocida. No, no fue agradable. Imagínate que estás intentando besarla cuando, de repente, la habitación se vuelve más y más oscura.

¿Que eso es bueno? Eso mismo podría haber pensado, pero cuando descubres que eres tú el que está perdiendo la visión no es agradable. No podía yo, miembro del club de [este nombre está borrado] permitidme salir con una chica así, aunque en mis sueños fuera normal y corriente. No estoy entre aquellos que odian la magia, pero aquella primera maga no duró mucho. Tras cortar con ella, por aquel entonces mi sentido del tacto estaba poco desarrollado, hizo algo que se puede considerar un crimen atroz. ¿Has vito alguna vez una bola de fuego en vivo y en directo? Pues imagínate una docena sobre un pequeño barrio. Yo no sabía que se iba a suicidar de verdad, pensé que era un simple truco...

¿Por qué te estoy contando esto a ti, a quien nunca conoceré? Bah, no importa. Continuaré con la historia.

Tras ese primer caso de magia comenzaron a aparecer más humanos con ese don, al principio unas docenas, al cabo de un año ya eran miles, al cabo de tres años [parte borrada, ocupa unos 10 renglones más] y así las primeras escuelas pudieron fundarse. ¿Cómo? Cuando el denominado Leonmos hizo su aparición, enseñó a aquellos interesados, la alta sociedad que podía permitirse pagar la suma desmesurada que costaba el aprendizaje, cómo usar ese Don mediante el estudio. Pronto, demasiado, se produjo la primera guerra civil entre los usuarios de la magia, aquellos con el don innato y aquellos denominados "ladrones". Lo he llamado guerra porque discusiones manuscritas sobre el origen del arte quedaría muy soso, y sé que quieres ver un relato emocionante [Un hermoso dibujo de dos personas atraviadas con largas túnicas, una roja y otra verde oscura se muestra bajo este párrafo].

Pero la utopía estaba cerca. Tan solo 100 años después se pudo alcanzar.

Jejeje ¿Te preguntas mi edad? Pues misteriosamente no se incluirá en este escrito. De todos modos, con mis conocimientos, los primeros portales han resultado ser un éxito y la primera ciudad ha sido inaugurada. El estúpido de mi padre no me permite unirme a Delta, pero, no te preocupes, pronto podré escribir cómo me uní, porque me uniré.

Espero que me comprendas, ¡oh, amigo sin nombre!

Fdo.: Asroth, estudiante.

sábado, 1 de agosto de 2009

Presentación.

Saludos a todos los que lean este nuevo blog que acaba de nacer.

Como ya sabéis, en él publicaré todas las historias y relatos que tengan que ver con la partida, de uno u otro grupo, sin distinción, salvo por el tema.

Mi intención es escribir diversos relatos, así que os presentaré las distintas categorías que tengo pensado crear y que espero que no sean solo un pensamiento.

En primer lugar está la sección Ascensión Omega en la que escribiré curiosidades sobre la partida y alguna que otra grabación ^^.

La sección más larga, en cuanto a historia, será la de Héroes y villanos, en la que escribiré la historia de los personajes que habitan en este mundo.

Otra sección importante será la de Ciudades Alpha en la que escribiré la historia de la fundación de las diversas aldeas y ciudades que iréis conociendo.

Ya que este blog está dedicado a la partida de Ojos Grandes, no podrán faltar las secciones dedicadas a las partidas, en las que, con ayuda de algún jugador espero, narraremos las aventuras de los grupos.

La última sección que tengo pensada en un futuro próximo es la de Relatos propios. Relatos que no tendrán nada que ver con la partida, sino que serán escritos antiguos, o nuevos, que quiera compartir con los lectores.

Poco más que añadir. Si surgiese algún cambio lo sabríais en otra entrada

Nos vemos

Discurso del emperador.

Nuestro país es un lugar hermoso, lleno de vida. Los ciudadanos viven una Edad de Oro. No hay hambre ni violencia. No hay falta de trabajo ni enfermedades. Nosotros hemos conquistado todo eso. La vida es el mayor regalo y posesión que tenemos, y es esa vida la que hemos conseguido mejorar. Nuestro pueblo puede decir que es el más civilizado. nuestros hijos llegarán a ser grandes personas. Reconocidos por su talento, pronto podrán sustituirnos y dejar que nos retiremos de la vida cansada. Ellos son el futuro. Ellos nos ayudarán a seguir viviendo.

Ahora, gracias a los esfuerzo del señor Nightroad, podremos comenzar con el verdadero proyecto, alcanzaremos el paraíso que todos queremos. Es un honor para mí ser el encargado de dar luz verde a la Operación que hará que el mundo sea un lugar mejor, nuestro verdadero Edén estará muy pronto con nosotros.

¡Un aplauso para nuestro héroe!

El emperador se apartó de su tarima y, entre los aplausos y vítores del público, dio paso a un hombre joven vestido de blanco. Sus cabellos rubios, casi plateados caían por su espalda y miraba a los presentes con unos profundos ojos violetas. Su belleza había hecho que desde el niño pequeño más revoltoso al joven más violento se quedasen callados. Su voz, bella y clara como ninguna otra, habría bastado para frenar auténticas batallas. Ese hombre podría ser el amo del mundo si lo quisiera, pero nunca lo haría. Él trabajaba por nuestro mundo. Se acercó a la tarima y, con su hermosa voz, comenzó su discurso.


Fin de la grabación 010

sábado, 25 de julio de 2009

Lathek I.

Están aquí. Oigo sus pisadas siento que algo va tremendamente mal. Golpean la puerta y escucho sus rezos. La energía divina rebosa en el aire. Mi maestro me dice que corra abajo, que allí estaré seguro. Bajo las escaleras rápidamente sin mirar atrás mientras escucho muchos golpes de espada contra espada. Nuestros guardianes están luchando. Me detengo, no debo huir, debo volver y ayudar a mi maestro. Llego a la trampilla y escucho como mi maestro conjura; es un hechizo que conozco muy bien, me dijo que cuando despertase mi poder lo podría lanzar. Comienzo a correr de nuevo. Lo he visto. Ya he visto ese conjuro, no saldrán vivos de este lugar.

Sigo corriendo, oigo a mi maestro tener éxito. Comienzo a escuchar gritos pero continúo bajando, no puedo parar. Algo va mal, algo va terriblemente mal. Corro lo más rápido que puedo.

Espero que no hay fallado todo, mi maestro es muy poderoso, no sería aniquilado tan fácilmente. - pienso desesperado

Cojo un desvío y no salgo, sino que me dirijo a la sala de rituales, debo completar uno, debo invocar a mi familiar.


Entro en la sala y no hay defensas. Algunas lágrimas recorren mi rostro. Mi maestro está muerto, estoy solo. Entro en el círculo y me concentro. Comienzo a conjurar, intento atraer a mi familiar. La habitación se ilumina y una figura negra está ante mí. Una pantera. Mi familiar es una pantera. Se acerca a mí y escucho su voz en mi mente, es clara. triste .Siente mi tristeza... parece que aún no siente mi rabia. Cojo mi nueva túnica y algunos pergaminos, me dirijo a la puerta, mas nunca llego.

La puerta principal es derribada. Entran tres caballeros de blancas armaduras. Veo su símbolo. Son paladines, elfos, de mi misma raza. Ellos son los asesinos del maestro. No puedo moverme, van a matarme. Intento conjurar en vano. Van a matarme. Cierro los ojos. Oigo su espada descender...


Pasan unos pocos segundos.

No estoy muerto, en lugar de eso oigo un grito de los asesinos. Abro los ojos y veo a mi familiar agarrando su brazo. Salgo corriendo. Corro más que nunca. Me paro en la puerta y lanzo un hechizo, la quemo. No me seguirán así. Mi familiar desaparece, pero siento que sigue conmigo. Salimos de aquel lugar por una ruta secreta.


Ya no me queda nada, ningún hogar ni ninguna familia. Pero ahora tengo un motivo para seguir viviendo. Debo vengar a mi maestro, él lo hubiese querido así.

Viajo durante varios días asesinando a los animales que veo y, a duras penas, atravieso el bosque, algo que se supone que era imposible para una persona normal. Cuando consigo salir veo ante mí otra cueva excavada, otro pueblo que me acogerá.

Cuando llego los guardias se preguntan cómo he podido atravesar el bosque y qué les ha ocurrido a mis orejas. No le digo la verdad. Es por culpa de mi paso en el bosque, es por ello, un efecto secundario. Con una sonrisa me acogen. En la ciudad subterránea, con el poco oro que me queda, intento conseguir alojamiento, pero, en lugar de exigirme oro, me sonríen amablemente y una muchacha, bella para ser humana, me acoge en su casa ensimismada por mi aspecto.

En poco tiempo descubro cómo es la vida en esta aldea y cómo sobreviven sus habitantes. Entro a formar parte de un grupo de élite cuando descubren mi capacidad para realizar conjuros, algo extraordinario allí, como en cualquier sitio.

Hoy he rechazado otro ataque con mi magia. Es demasiado fácil hacerlo, pero los sueños se están repitiendo. Veo a un joven de cabellos plateados que me llama en mis sueños, Me cuenta la verdad sobre el mundo. Quiero saber más, hoy escaparé del pueblo.

Marie y yo salimos de la aldea sin que nadie nos vea, nos amamos y estaremos juntos toda la vida. Con nuestras posesiones, avanzamos hacia el bosque, no necesitamos nada más. antes de llegar conjuro sobre ella y comienza a sentirse débil, sin fuerza alguna. Mientras cae, su mirada llena de lágrima me acusa.

- Por...q... - Cae dormida sin poder evitarlo.

- Lo siento, pero éste era tu destino, humana - digo con desprecio mientras cae al suelo.

A continuación concentro todo mi poder en mis manos. La temperatura aumenta mientras la magia fluye por mi cuerpo. Es una sensación por la que mataría si hiciese falta. El placer recorre mi cuerpo mientras la hierba de mi alrededor arde. Alzo mi brazo y señalo la puerta de la aldea. Las llamas surgen de mis dedos, y se convierten en tres flechas, dos de las cuales atraviesan a los guardias apostados. La tercera, más grande, la dirijo hacia la puerta de la aldea, que estalla en llamas. Alzo mi otro brazo y una pequeña esfera roja nace de él y se dirige a la puerta destruida. Una vez allí, escucho con placer los gritos de los insectos que me acogieron. La explosión ha sido un éxito. No podré volver a esa aldea.

Camino de nuevo hacia el bosque con mi "amor".

Marie vuelve a despertar con un grito cuando siente la hoja de mi daga sobre su cuello. Entra en pánico y llora. Suplica que le deje vivir. Le sonrío dulcemente y beso con amor sus labios.

La degüello
y dejo que Pain disfrute de sus restos, los humanos son su plato favorito y había estado mucho tiempo sin comer.

Han pasado 2 semanas, mis reservas se acaban
y esos sueños siguen repitiéndose . . .